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Hoy en día nadie concibe el deporte profesional sin un componente físico, sabemos que detrás de los grandes deportistas, de Rafa Nadal, de Juan Martín Díaz o Fernando Belasteguin hay horas de preparación física, horas de gimnasio y largas sesiones en la pista. Pero, ahora bien, ¿eso es solo cosa de los profesionales? ¿Los que juegan dos partidos semanales y torneos locales tienen que entrenar preparación física? La respuesta es clara… ¡¡¡Sí!!!.
Razones para entrenar físico en pádel.
Por varias razones, en primer lugar vamos a ser mejores jugadores, y, por lo tanto, vamos a disfrutar más en la pista. Cuántas veces hemos fallado una bola fácil y le hemos echado la culpa a la técnica del golpeo, que si no he armado bien el brazo, que si he golpeado cuando la bola estaba muy baja… ¡Y llevamos razón! Pero, ¿por qué no he armado bien el brazo? ¿Por qué he golpeado tan abajo? Pues, en muchas ocasiones, por falta de condición física.
Mejorando nuestra condición física llegaremos antes a las bolas, nos dará tiempo a ejecutarlas con la técnica correcta, sin precipitaciones, levantando la mirada para ver dónde están los rivales, podremos golpear más potente, nos gustará jugar puntos largos y sentir que las piernas nos responden… en definitiva, una mejora de la condición física supone una mejora de las acciones del juego. Siempre he defendido que “el pádel se juega con las piernas”, se podrá tener una buena técnica de golpeo pero si las piernas no te responden estás perdido en los partidos.
Tipo de preparación física adecuada para jugar al pádel.
Pero, ¿qué tipo de preparación tengo que llevar para jugar al pádel? ¿Basta con correr dos veces por semana? ¿Es suficiente si voy al gimnasio y realizo un par de series de cada una de las máquinas? Rotundamente, no. Con las típicas rutinas de gimnasio poco se mejora, incluso se puede llegar a hacer una transferencia negativa al pádel. Hay que entrenar la fuerza, la resistencia, la velocidad, la flexibilidad… pero de manera específica, hay que enfocarlas a situaciones reales de juego, a aquellas acciones que se van a dar en los partidos.
Prevención de lesiones.
Otra razón por la que hay que destinar parte de nuestro tiempo a la preparación física es la prevención de lesiones. Sí, prevenir mejor que curar. La mayoría de las lesiones, en el ámbito amateur, se deben a esfuerzos a los cuales no se está acostumbrado, o bien para los cuales el cuerpo no está preparado. Por esta razón, invierte en horas de prevención y ahórrate meses de lesión.
La preparación física y la psicología.
Por último, un entrenamiento de la preparación física repercute de manera positiva sobre los aspectos psicológicos del jugador, se crea una fortaleza mental que nos va a permitir enfrentarnos a situaciones estresantes dentro de los partidos. En los momentos claves, nos va a ayudar a tomar las decisiones acertadas, si nuestras piernas están bien seguramente nuestra mente estará despejada, en cambio, unas piernas pesadas y fatigadas, molestias en el codo y un corazón acelerado, se harán amigas del dichoso “bloqueo mental“.
Resumiendo, podríamos decir que el desarrollo de la condición física determina la correcta y eficiente técnica del gesto, ésta a su vez condicionará la táctica, y ambas precisarán una fortaleza mental para saber qué acciones y decisiones tomar en cada momento del partido.
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