Actualizado: 04/04/2021
Gran entrevista realizada por Tonecho Añon a las números 1 Carolina Navarro y Cecilia Reiter. En ella repasan la temporada 2011, el padel femenino y sus retos para 2012.
El pádel en España y vuestra carrera siguen un paralelismo totalmente ascendente y casi van unidos en el tiempo. ¿Cómo fueron vuestros inicios en este deporte y en qué momento el deporte se convierte en profesión?
C.R. Mis inicios fueron a los 11 años, jugando con mis padres. A los 15 ya empecé a tomármelo más en serio. Aumenté la frecuencia de entrenamiento hasta que a los 17 debuté en el Circuito Profesional de Argentina. Unos años más tarde llegaron mis primeros viajes a España, y a partir de ahí me di cuenta de que el pádel podía ser mi medio de vida. A nivel profesional, vivo de este deporte dese hace sólo 4 años.
C.N. Yo hace ya 18 años que juego al pádel, aunque empecé con el tenis. Quería dedicarme a él profesionalmente, pero lo dejé para poder estudiar, ya que no podía compaginar las dos cosas. Con el pádel (que por aquel entonces no lo conocía mucha gente) sí que me fue posible hacerlo todo a la vez.
Formáis pareja desde el 2010, pero vuestra colección de éxitos comienza ya desde hace años a título particular. ¿Cuáles recordáis con mayor emoción?
C.R. Antes de jugar con Carol, mi mejor año había sido el 2009 en compañía de Paty Llaguno, con quien jugué mis primeras finales del PPT y logramos ganar el primer título para ambas. Fue un torneo que guardo con mucho cariño en mi memoria por la emoción de haber cumplido un sueño junto a una jugadora que, al igual que yo, era novata en este tipo de victorias.
C.N. Sin lugar a dudas este 2011 ha sido el mejor año de mi carrera deportiva, pero además de estas dos temporadas con Ceci, nunca se borrará de mi memoria el Campeonato del mundo que gané en Murcia en el 2006 junto con Paula Eyheraguibel. Venía de una operción de cruzado anterior a mitad de febrero y en octubre estaba ganando el mundial. Hice la rehabilitación a conciencia, para llegar en las mejores condiciones, y, al final, todo el esfuerzo, sacrificio y el apoyo de la gente que tenía cerca, dio sus frutos.
Dicen que la unión hace la fuerza y desde el 2010 la pareja Reiter – Navarro ejerce un dominio casi absoluto en el circuito. Nueve de once títulos este año ¿En dónde creéis que radica el éxito?
C.R/C.N. El éxito está en el trabajo en equipo y en luchar todos por el mismo objetivo, pero sobre todo no perder la ilusión, las ganas por competir y en el afán de superación. Además, entre nosotras dos aprendimos a respetar nuestro roles a la hora de jugar. Pero lo más importante es que tenemos un equipo detrás que sabe sacar lo mejor de nosotras, y exprimirnos al máximo. Está comunicado entre si, y conoce perfectamente cómo nos estamos encontrando en cada momento… Lo forman Miguel Sciorilli (entrenador en pista), Robert Bourdet (preparador físico), Óscar Lorenzo (psicólogo) y Alicia (fisio). Armamos una gran familia y eso nos da una gran tranquilidad a la hora de entrar en la pista.
La igualdad en el circuito es máxima y es necesario cuidar cada detalle dentro y fuera de pista. Pero además el juego en pareja tiene un componente psicológico determinante y en el máster ser favoritas también le añadió un matiz especial… ¿Cómo es vuestra preparación psicológica y más concretamente en la prueba final?
C.R/C.N. Pienso que el factor psicológico en una pareja es el factor más importante. Todas estamos bien físicamente, cada una tiene un golpe mejor que otra, pero al final lo que diferencia a las número 1 del resto es la preparación psicológica y cómo han manejado los momentos claves o la presión del partido. En un partido hay 3 o 4 momentos clave, la pareja que mejor lo solucione y más tranquila esté o sepa jugar mejor en ese momento será la que se lleve el partido. Ha sido un año espectacular, y que será muy difícil de repetir. Hemos ganado 9 torneos de 11, pero hubo partidos muy en contra. La clave del éxito saber afrontarlos.
En cuanto a la preparación del máster, tratamos de estar con muchísima tensión. Estuvimos con Óscar, mentalizándonos para darlo todo para este torneo y terminar el año como campeonas. Fue un reto muy duro, porque sabíamos la dificultad de la prueba. Recordamos todas las técnicas que nos habían funcionado durante el año, técnicas y sobre todo relajación, ya que los días previos sentías la ansiedad de la competición.
En el circuito profesional la pugna entre masculino y femenino siempre ha estado presente. ¿Veis diferencias en el trato? ¿Se debería de potenciar el pádel femenino viendo que el número de aficionadas al pádel experimenta un boom nacional?
C.R. Si bien en los últimos años el pádel femenino ha mejorado un montón en cuanto a premios, torneos y espectadores, creo que las jugadoras merecemos un trato más igualitario con respecto a las parejas masculinas. Principalmente en el tema horarios, porque entrenamos las mismas horas y dedicamos el mismo tiempo para poder competir. Terminar de jugar una semi a las 2 de la mañana del sábado, cuando la final es al día siguiente a las 10 de la mañana, no es tener un trato igualitario.
C.N. Desgraciadamente al pádel femenino no se le tiene mucho en cuenta, no hay nada más que computar el numero de pruebas, cantidad de premios a repartir, horarios, finales televisadas o subidas a facebook….Hoy en día la mujer practica más el pádel que el hombre, pero creo que es un error hacer la comparación entre masculino y femenino porque en el juego se aprecian diferencias. El pádel femenino es mucho más táctico, más lento pero donde el aficionado puede aprender más y sentirse más reflejado. El pádel femenino está aún por explotar, le falta alguien que crea en él. Cuando así sea, sorprenderá a todos y los que no apostaron se darán cuenta del error que cometieron.
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