Actualizado: 01/11/2019
Alguien como Hugo Cases, que lleva desde los 6 años con la raqueta de tenis en la mano y que al poco tiempo la cambió por una pala de pádel, seguro que tiene mucho para contarnos.
Se formó en Madrid, de la mano de Javi Mozun ganó varios torneos de la máxima categoría madrileña, llegando a ser el número 1 de la capital española en dos ocasiones, completando así un gran palmarés que le incitó a dar el salto al circuito profesional en aquella época, el Pádel Pro Tour. Consiguió con Rubén Gómez como pareja su máximo ranking llegando al puesto 31, hasta que las rodillas le dijeron no más. Pero ese no más, era como jugador, ya que su experiencia y saber hacer en la pista le abrieron muchas puertas ligadas a este deporte. Comenzó por montar grupos de competición con Juanma Vázquez y Antonio Ochoa, quienes fueran su preparador físico y entrenadores de toda la vida.
En su perfil como jugador destacaba mucho por su definida técnica, es parte de ese selecto grupo de jugadores que hacen que desde fuera parezca todo muy fácil, era muy listo a la hora de jugar sus partidos, con una buena lectura de sus rivales y usando la estrategia adecuada. Lo que sin duda alguna ahora se verá reflejado en su nueva función de entrenador,
“me fijo mucho en los golpes que hacen los rivales, con que regularidad lo hacen, intento que haya sorpresa según el resultado y momento, y si algo pudiera aconsejar a la gente, es que como pareja se planteen una estrategia, que no jueguen sin un patrón de juego y a ver qué pasa, eso no suele dar resultados, que vayan punto a punto y ver si funciona la táctica establecida, si es así continuar con ella, y si no ver de qué manera se puede cambiar, por ejemplo, hay que fijarse si alguno de los rivales está mal físicamente, o si alguno está jugando muy cómodo para cambiar el juego al otro, o ver cual defiende mejor. Yo le suelo decir a mis alumnos, que vayan leyendo los partidos punto a punto si es posible, sino en el cambio de lado, hablar con el compañero y ver cómo hacer para que los rivales no hagan tanto daño y con ello ganar más puntos”.
Siguiendo con su lectura desde dentro de la pista, hasta hace muy poco estaba luchando por entrar en cuadro principal del WPT, pero hasta justo antes de sus lesiones era uno de los fijos de las fases finales del circuito profesional PPT. Cuando le hablamos sobre los cambios que ve en el pádel de aquella época y el actual nos comentó,
“se han ido profesionalizando de gran manera los entrenamientos de los jugadores, todos tienen su entrenador, un preparador físico, un nutricionista y un psicólogo, y eso se nota. Cuando volví a jugar con Richard las pre-previas del WPT, la frase que más repetí es que estas fases son un infierno, porque la media de los jugadores esta alrededor de los veintitrés años y están todos fuertes como toros, hay muchos partidos que ganas por la madurez que tienes, pero cuando pasan 3 o 4 años y ellos siguen jugando WPT se nota mucho la diferencia, y a eso hay que sumarle que cada vez hay menos jugadores que vienen del tenis, por lo que han crecido formándose solo en este deporte”.
Seguro que su decisión de seguir ligado al pádel, ahora desde fuera de la pista, no fue fácil, pero Hugo Cases tiene un importante respaldo que son todos sus alumnos y amigos con los que ha trabajado en todo este tiempo, quienes le apoyaron inmediatamente al saber su nueva decisión, y es que ellos mejor que nadie saben cómo hace su trabajo,
“me llamó mucho la atención y lo agradecí enormemente, me alegro ver ese cariño y respeto por parte de la gente. Ahora a mis dirigidos les puedo aportar la experiencia que tengo en la competición, la responsabilidad y la implicación que tengo en mi proyecto para intentar sacar lo mejor de ellos en los distintos momentos de cada partido. Soy una persona muy profesional y seria, no soy de los que le dan una palmadita en la espalda y le dicen dos bromas, para eso están sus amigos”.
Siguiendo con esa transición de jugador hacia el banco de entrenador, sin duda alguna facilitó mucho las cosas, en cuanto a motivación e ilusión se refiere, que su primera pareja a dirigir fuera Maty Marina y Alex Ruiz, nos contó sobre esa primera sensación,
“la primera vez fue en Mallorca, estaba nervioso por saber si lo iba a hacer bien, si iba a ser capaz de ver clara las cosas para guiarles durante el partido, pero con el paso del tiempo me iba tranquilizando a mí mismo, dejando de pensar en si lo haría bien o no, solo me centré en el juego”.
Los jugadores han cambiado de pareja y actualmente sus dirigidos son Maty Marina y Gonzalo Rubio. Pero además se ha embarcado en un nuevo proyecto, seguir con su exposición de conocimientos a través de vídeos, que desde los primeros han sido todo un éxito,
“todos saben la importancia que le doy a la técnica, ya que pienso que cada jugador independiente de su nivel sacará el 100% de su tiro si tiene una buena base, y en este caso con los videos, quiero que la gente participe de lo que yo sé y de mi manera de enseñar, que no tengo la verdad absoluta pero que con el tiempo he visto que es efectivo, veo de manera rápida lo que hay que corregir y lo voy explicando de manera muy intuitiva, y todo ello para que tenga los efectos que estoy viendo ya, y es que ya me han llamado desde varias escuelas de pádel interesados en que haga cursos de reciclaje de los monitores para que vayan todos en una misma línea didáctica. Una de las vertientes que yo defiendo es la claridad de los conocimientos, que el pádel se explique de manera sencilla y fácil para que el alumno entienda lo que tiene que corregir y cómo podemos corregirlo”.
Para terminar no quiso olvidarse de la gente que está siempre a lado,
“primero que nada, muchas gracias a PadelGood por darme la oportunidad de que la gente me conozca un poco más, espero seguir contribuyendo con todo lo que se y con lo que siga aprendiendo, como lo he hecho de toda la gente con la que he entrenado, como con Antonio Ochoa pasando por Adrián Caviglia llegando a Sebe, o con cada uno de mis alumnos sin importar su nivel de juego, de ellos también aprendo. Y aprovecho para hacer una mención especial para aquellos que me apoyan, Braulio y progreso musical, y a la administración de lotería El Calvo de oro, quienes están ahí incondicionalmente, como Leticia, mi pareja, que me animó a llevar a cabo esta nueva etapa de mi vida a pesar de la situación que tenemos por nuestro peque que tiene 15 meses y necesita de los dos”.
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