Actualizado: 07/10/2015
“Como es de vuestro conocimiento entre los días 12 y 19 del pasado mes de septiembre, participé en el Torneo Master de Pádel Acapulco, organizado por la Federación Mexicana de Pádel y avalado por el Pádel Pro Tour. Durante el transcurso del campeonato se me originaron unas molestias en la rodilla que me impedían competir a pleno rendimiento. Con tal motivo, me puse en contacto con el responsable de la organización del campeonato, y a su vez Presidente de la Federación Mexicana de Pádel, don José Luis García Frapolli, el cual me presentó al médico oficial del torneo, el Dr. D. Raymundo Uribe. Tras el examen preceptivo, el doctor me diagnosticó una tendinitis rotuliana y me entregó una receta, de su puño y letra y que ha sido aportada en el escrito de alegaciones interpuesto ante el Comité de Competición y Disciplina Deportiva de la FEP, en la que me prescribió los medicamentos Pantoprazol y Artridol. El propio doctor me hizo entrega de un blíster de cada medicamento, sin acompañar algún prospecto.
El jueves, 27 de septiembre, tras jugar el partido de octavos de los VII Internacionales Ciudad de Madrid – Estrella Damm se me comunicó que tenía que pasar el control de dopaje. Como en otras ocasiones accedí a ello sin la mínima preocupación. No obstante, al día siguiente me percaté de que no había informado de la medicación que estaba tomando, motivo por el cual, y como simple medida cautelar, comuniqué tal circunstancia a la FEP.
El día 11 de octubre se me notifica, por parte del Comité de Competición y Disciplina Deportiva de la FEP, que en el control de dopaje al que fui sometido se había detectado la sustancia betametasona, que es uno de los componentes del medicamento Artridol que, como ya he indicado, me había prescrito el médico oficial del torneo, el Dr. D. Raymundo Uribe.
Indicar que he intentado infructuosamente, pero si éxito alguno, comunicarme con el referido doctor a través de e-mails pero, como digo, ello ha sido imposible. Dispongo, no obstante, de una certificación expedida por el Presidente de la Federación Mexicana de Pádel, don José Luis García Frapolli, al que quiero agradecer públicamente los esfuerzos realizados ante la situación adversa que se me podía originar por lo que, en mi opinión, podría presumirse que se trata de una negligencia médica. El contenido del referido certificado es el siguiente:
“Por medio de la presente quiero hacer constar que el Dr.Raymundo Uribe Doctor del Máster Acapulco 2012 atendió al jugador Juan Mieres de una lesión en la rodilla y tras diagnosticarle una tendinitis rotuliana le receto los medicamentos Artridol y pantoprazol. Sin otro particular aprovecho la ocasión para enviar un saludo.
José Luis García Frapolli
Presidente Femepa.”
Tras la descripción de los hechos, pasó a informaros de las actuaciones legales que he emprendido.
Con el apoyo jurídico de un abogado especialista en Derecho del Deporte, he interpuesto un escrito de alegaciones contra la medida de suspensión cautelar, notificada por el Comité de Competición y Disciplina Deportiva de la FEP, en tanto en cuanto no se resuelve el expediente sancionador que se me ha abierto como consecuencia de mi presunto dopaje y en donde se califica la, consiguiente, presunta infracción como grave siendo sancionada en base a un criterio de graduación que va desde los tres meses pudiendo llegar hasta los dos años de privación de la licencia federativa.
De no conseguirse evitar la referida suspensión cautelar, ello significaría, en el mejor de los casos, mi ausencia en las próximas competiciones del circuito PPT, así como en el Master de cierre de la temporada. A nadie se le escapa las consecuencias negativas, tanto deportivas como económicas y personales, que ello conllevaría. Tengo, no obstante esperanzas de que, en base a mi limpio historial profesional, las pruebas aportadas conjuntamente con el escrito de alegaciones así como una interpretación razonable y objetiva de la normativa aplicable y la jurisprudencia, se consiga evitar la suspensión y pueda finalizar la presente temporada.
Por último quiero efectuar las siguientes manifestaciones:
1ª.-) En ningún momento puse en duda que los medicamentos prescritos por un doctor en medicina y que, además, se calificaba como médico oficial del torneo pudieran contener una sustancia con efectos positivos en un control antidoping. Resulta cuanto menos contradictorio que el medico oficial de la competición recete medicamentos que, en caso de un supuesto de control de dopaje dentro del mismo torneo, sea uno de los profesionales que haya de facilitar su opinión, del hipotético análisis, al responsable de disciplina deportiva de la competición.
2ª.-) Los medicamentos prescritos los ingerí con una finalidad terapéutica. En ningún momento los tomé con la intención de mejorar mi rendimiento deportivo. Y ello porque, aparte de ir en contra de mis principios de índole deportiva y personal, desconocía, como ya he manifestado, que entre sus componentes pudiese haber sustancias consideradas ilegales en base la normativa que rige el ámbito deportivo.
3ª.-) No intuí motivos de ningún tipo para poner en duda la profesionalidad del médico del torneo, al que se le presupone que tendrá una especialización deportiva o, cuanto menos, los conocimientos suficientes para distinguir las sustancias calificadas como dopantes. Por otra parte, el doctor me fue presentado, como ya he manifestado, por el director del torneo que, además, ostenta el cargo de Presidente de la Federación Mexicana de Pádel. Este, en aquel momento de una forma verbal y, posteriormente, a través de un certificado, identificó al Dr. D. Raymundo Uribe como médico oficial del torneo. Estos argumentos, unido al problema derivado de la diferencia horaria con España, deben interpretarse como suficientes como para no contrastar la opinión del especialista al que habitualmente acudo.
4ª.-) Manifestar con la mayor claridad y sinceridad que, a lo largo de mi trayectoria deportiva, nunca he sido sancionado por haber ingerido sustancias consideradas ilegales en la práctica del deporte de alta competición. Igualmente indicar que estoy totalmente en desacuerdo con aquellos profesionales, de cualquier modalidad deportiva, que de una forma voluntaria y consciente consumen dichas sustancias.
5ª.-) El daño moral, deportivo y de imagen, consecuencia de esta pesadilla que estoy viviendo, están muy por encima del económico. Pido un absoluto respeto hacia mi persona porque esta situación personal que estoy viviendo no se la deseo ni al peor de mis enemigos. Asimismo espero que finalmente se haga justicia y los daños que pudiese sufrir sean finalmente reparados.
6ª.-) Solicito a mis familiares, seguidores, colaboradores, amistades, así como a los medios que crean en mi versión de los hechos y que no los voy a defraudar ni personal ni deportivamente.
7ª.-) Finalmente quiero hacer una mención especial a mis patrocinadores y sponsors, Esta situación indeseable e irreal pudiera dañar su imagen. Tengan confianza en mí y sepan que defenderé su imagen con todos los medios que se encuentren a mi alcance.
Gracias a todos por vuestra asistencia.
Juán Jose Mieres Petruf”.
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