Actualizado: 25/07/2017
La jornada de ayer fue muy especial para muchos aficionados y practicantes del pádel, ese deporte que cada día cuenta con más seguidores en Palencia (que en los últimos meses ha multiplicado sus instalaciones de forma increíble), ya que visitaban el Club Jotaeme dos de los grandes del panorama mundial, Juan Martín Díaz y Fede Quiles.
Se trataba de un clínic con los dos jugadores nacidos en Argentina en el que, en horario de mañana y tarde, los inscritos pudieron aprender de dos astros de la disciplina que brillan (sobre todo Juan Martín Díaz, número uno desde hace varias temporadas, al lado de Fernando Belasteguin) en el ránking Pro Tour (que es una especie de Copa del Mundo, con varias pruebas puntuables, la mayoría en España, a lo largo del año).
Es decir, clases magistrales de dos de los mejores jugadores del mundo, que acabaron con el esperado partido de exhibición en el que, al lado de Willy Alonso (entrenador de pádel) y otro buen jugador, Mario (que sustituyó al anunciado Coco Menéndez), haciendo las delicias de un numeroso público.
Juan Martín Díaz es considerado por muchos (en un deporte como el pádel, que se juega por parejas, es difícil distinguir a una de entre todas las estrellas que disputan el circuito) el mejor jugador del mundo (y también uno de los mejores de la historia de este deporte). A punto de cumplir 36 años, el del Mar del Plata (aunque desde hace más de una década tiene la nacionalidad española) ha ganado el Mundial en varias oportunidades y lidera el ránking Pro Tour desde que se creó en 2005 con más de 100 torneos en su palmarés.
Los palentinos pudieron aplaudir las genialidades de un zurdo que posee unos reflejos impresionantes (para efectuar golpes imposibles) y la imaginación y el talento suficientes para ser considerado un genio de su deporte, deleitando a los neófitos.
Mientras, el argentino Fede Quiles, un jugador más joven (nacido en 1983) y que actualmente ocupa el puesto 11º en el Pro Tour (al lado de Chico Gomes, otro gran jugador brasileño), también hizo gala de su simpatía poniendo también todo de su parte para agradar a los aficionados.
En definitiva, una cita de lujo para los amantes del deporte (no solo del pádel), que tuvieron la oportunidad de ver a solo unos metros, en un ambiente distendido, a una de las leyendas del deporte (El Galleguito, como le conocen a Martín Díaz, por la procedencia de su padre) y a Fede, otro enorme jugador, que dejaron su huella en Palencia.
Deja una respuesta