Un tanto a favor del padel adaptado.

Actualizado: 07/10/2015

En las instalaciones de la Ciudad de la Raqueta se concentró a las mejores palas adaptadas del país. El número uno del ránking nacional, Miguel Ángel Muñoz y el vasco Edorta de Anta se hicieron con el triunfo.

Un trofeo sin precedentes que contó con más de una treintena de jugadores en silla y repartió premios en metálico de más de 2.500 euros.

Las mejores parejas del pádel adaptado en silla se dieron cita el fin de semana en el “Trofeo Fundación Konecta III Open Comunidad de Madrid Fundación También”. Ambas instituciones aunanaron esfuerzos para celebrar una  competición sin precedentes que intenta convertirse en un referente anual en este deporte de popularidad imparable.

Un fin de semana de deporte que reunió a más de una treintena de palistas llegados de toda la geografía española y de Portugal. Además, tanto el lugar de celebración, la moderna y accesible Ciudad de la Raqueta, como los premios en metálico con los que está dotado el trofeo, más de 2.500 euros, evidencian el esfuerzo y la apuesta por hacer de este campeonato una cita donde disfrutar del pádel se convierta en la máxima premisa.

Para ello, se ideó un sistema de clasificación que garantiza que cada pareja jugara, como mínimo, cuatro partidos durante el fin de semana, permitiendo que todos tengan las mismas opciones. Por tanto, un trofeo integrador en el que existen posibilidades tanto para los palistas más veteranos, que deseen apostar por la competición pura y dura, como para aquellos que se inician en este tipo de torneos.

Son muchos los años, desde el 2006, en los que la Fundación También viene apostando por la profesionalización de este deporte entre el colectivo de deportistas con diversidad funcional. La Fundación puso en marcha la primera escuela de pádel adaptado y organizó el primer torneo de nuestro país para personas con movilidad  reducida, promocionando un deporte que genera enormes beneficios físicos y psicológicos, y además resulta atractivo, popular e integrador. Este trofeo supone un paso importante para consolidar el pádel de competición dentro del mundo de la discapacidad.