Actualizado: 21/08/2023
En Santander se ha vivido un torneo que deja sensación de renovación, de que los jugadores que prometían ya llegan y de que los más veteranos cada día lo van a tener más complicado. Un torneo donde dos jóvenes parejas se alzaron con el título dejando grandes sensaciones para el futuro.
Apoteósico triunfo de Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez.
La final de las finales en los últimos años también se dio cita en el primero de los torneos World Padel Tour de 2017. Fernando Belasteguín y Pablo Lima frente a Paquito Navarro y Sanyo Gutiérrez.
El duelo para la nueva temporada comenzó de la manera más igualada posible. Las dos mejores parejas del mundo dejan claro desde el inicio que la pelea va a ser infinita. Sanyo y Paquito desaprovechan un 0-40 con empate a 2 y es algo que ante la maquina de ganar “Limasteguín” se paga. Con 4-4 en el marcador nadie había cedido el saque. Pero en el momento decisivo del set apareció Lima en un cruce providencial para romper el saque de sus rivales y colocar la mínima ventaja pero suficiente para poner el 6-4.
La segunda manga iba a subir los decibelios y la temperatura del Palacio de los Deportes de Santander. Con el empate a 1-1 una recuperación espectacular de Paquito ponía el primer break en el marcador en favor de los hombres de Ramiro Choya. Esa ventaja se mantendría durante todo el set para devolver el 6-4 que habían encajado en el primero. Máxima igualdad, máxima tensión.
Tercer set a cara perro, la batalla de las batallas. Nadie cedía su saque, cualquier error se pagaría con la derrota. Lo sabían en ambos bancos y lo ejecutaron hasta el final a la perfección. Con ese panorama el set y el partido no podía tener otro final que no fuera llegar a la muerte súbita más agónica posible. Se llegaban a escapar los dueños del ranking mundial hasta 4-1, pero cuando todo parecía hecho para Bela y Lima apareció con más fuerza que nunca el cañón sevillano y dos golpes mágicos del de San Luis para darle la vuelta al marcador del tie break y convertirse en los ganadores del Santander Open Trofeo Año Jubilar Lebaniego.
Marta Ortega y Ariana Sánchez llenan de gloria su atrevimiento.
Llegaban a la final del Santander Open Trofeo Año Jubilar Lebaniego como la gran revelación del primer torneo de la temporada World Padel Tour y salen confirmadas como la sensación del pádel femenino. Marta Ortega y Ariana Sánchez ya saben lo que significa ganar, ganar a las mejores, ganar fieles a su estilo, ganar dejando una impronta de las que sirve para determinar una carrera deportiva.
En la gran final de Santander, se veían las caras frente a un binomio de acreditado prestigio, Patty Llaguno y Eli Amatriaín. Pero ni siquiera la solidez mostrada por la pareja número 3 del mundo, iba a ser obstáculo para Marta y Ariana. Las jugadoras que entrena Rodrigo Ovide, mantuvieron su hoja de ruta, dejando claro desde el inicio su voluntad de llevar las riendas del duelo. Su pádel fresco, atrevido y verticalmente letal. Dos roturas del servicio asomaban a las jugadoras de Rodrigo Ovide lograban cerrar la primera manga por 6-4, tras reaccionar las jugadoras de Nekki Bergwig recuperando uno de los dos servicios perdidos.
Con el mismo tono, amanecía la segunda manga después de 58 minutos de intensa batalla, Patty y Eli no estaban dispuestas a dejar que sus jóvenes rivales se llevasen el trofeo sin más. La murciana y la riojana fueron capaces de recuperar hasta dos breaks en contra. Incluso llegaron a controlar el empuje de una inspiradísima Ariana Sánchez y el arrojo de Marta Ortega. Se llagaba a un desenlace dramático, con la muerte súbita como juez del duelo. Ahí, el en tie break decisivo y después de alternativas y bolas de set y partido alternas, de nuevo el juego de Marta y Ariana se vio recompensado con el triunfo (7-6).
Una victoria sin paliativos, en un torneo que jamás olvidarán y donde no han cedido un sólo set. Triunfo que las ubica en el selecto club de las mejores parejas del circuito y que abre al presente, las puertas del futuro del pádel femenino.
Crónica e imágenes World Padel Tour.
Deja una respuesta