
Para comprender la importancia de la concentración en un deportista hay que tener claro que, junto con una nutrición adecuada, este es uno de los principales factores para lograr exprimir al máximo el rendimiento físico. Partiendo de esta base, a la hora de competir hemos de tratar de focalizar nuestra atención en esos objetivos concretos que previamente nos habremos marcado.
Es básicamente imposible dar lo mejor de uno mismo sin estar concentrado, aunque también hemos de estar preparados para enfrentarnos a esos factores que de manera invariable nos harán perder por momentos la concentración. Las condiciones adversas, los resultados inesperados, la presión o la fatiga suelen ser algunos de los más frecuentes.
La necesidad de entrenar nuestra mente para paliar en la medida de lo posible los efectos negativos en estas situaciones es fundamental si queremos mantener intactas nuestras posibilidades de éxito. Siendo así, no está de más añadir algún elemento a nuestra rutina para ejercitar nuestro intelecto.
A día de hoy no es extraño que profesionales de cualquier ámbito deportivo recurran a retos mentales para entrenar su concentración. Los juegos de matemáticas o el ajedrez han venido cumpliendo esta tarea desde tiempo atrás, y otro tanto sucede ahora con el póker, al que con las nuevas tecnologías y sus salas en línea se puede acceder con suma facilidad e incluso de manera habitual ofrece el recurso de practicar póker online gratis. Sin perder de vista que este juego comienza a ser considerado como un método perfecto para entrenar el análisis y la toma de decisiones en las situaciones más complejas, tanto en el aspecto deportivo como en la vida diaria.
El yoga también es un hábito medianamente extendido entre un perfil de deportistas que busca en esta actividad el aprender a conectar mente y cuerpo para focalizar mejor su atención.

Consejos para mejorar la concentración durante la competición
En el momento de saltar a la pista es fundamental dejar por completo a un lado los pensamientos negativos. La idea es centrarse únicamente en el partido que vamos a afrontar y apartar de nuestra mente otros elementos personales que nos puedan desviar de nuestro objetivo.
Hay que destacar los aspectos positivos de cada lance que vamos logrando y no perder de vista la meta que nos espera, aunque en muchas ocasiones esto debe enfocarse en los resultados a corto plazo. Es decir, punto a punto y juego a juego.
La autoconfianza es otra de las particularidades que nos va a hacer ganar muchos enteros. Eso sí, estableciendo siempre límites y sin caer en aquello de sentirnos superiores a nuestro rival. Ese detalle nos llevaría muy probablemente a relajarnos y bajar nuestro nivel de juego con el consiguiente riesgo que conlleva.
Es importante establecer algunas rutinas para estructurar nuestros pensamientos y que de esta forma nos ayuden a alcanzar nuestra concentración óptima. Los tics que por ejemplo contemplamos en muchos de los jugadores antes de realizar un saque no son algo casual, sino que contribuyen a buscar su nivel óptimo de concentración antes de realizar la acción.
Hemos de tratar de no ser excesivamente exigentes con los resultados. Si siempre destacamos la necesidad de dar lo máximo de uno mismo en cada competición, tenemos que relajar un poco esta exigencia en cuanto a los objetivos que logramos o no alcanzar. El saber que lo hemos dado todo tras un partido debe ser una buena razón para estar satisfechos.
Vamos a tratar de identificar de manera clara los objetivos a conseguir. Un error frecuente es tener en mente muchas metas por alcanzar, lo que nos impide concentrarnos al cien por cien en lo que realmente hacemos en ese momento. ¿Cuántas veces hemos visto a Rafa Nadal en un set prácticamente ganado o perdido y dando la vuelta a un juego que pierde 40-0 y que a priori no le va a aportar gran cosa? Lo lógico es que en esa situación cualquiera se deje llevar pensando en el siguiente juego importante, pero justamente ahí radica su fuerza. Un jugador con semejante fortaleza mental y poder de concentración como el mallorquín siempre va a disputar el siguiente punto sin pensar en otra cosa que ganarlo por más intrascendente que sea. Una actitud así es la que te convierte en alguien capaz de ganar siempre.