Actualizado: 04/04/2021
Hace dos meses que usamos de forma continua, casi a diario, de una unidad de Pascal Box. La idea es probar de forma intensiva su funcionamiento, un dispositivo que presuriza las bolas de padel tras cada uso. Tras un uso continuado del producto, os comentamos nuestras impresiones. Solo adelantamos que nos ha dejado gratamente sorprendidos. El ahorro económico puede ser considerable.
La primera impresión choca bastante, llevar en el paletero un Pascal Box y sacarlo antes de la partida crea bastante expectación a tu alrededor.
El momento, “normalmente de dudas”, donde antes de una partida todos preguntan quien tiene un bote de bolas que estén bien para jugar, donde nos encontramos con unos jugadores de todos los extremos, los que siempre quieren jugar con bolas nuevas, y el otro extremo jugadores que sacan unas bolas con mas vida que Matusalén. Pues al sacar el Pascal Box se hace el silencio………. seguido de una obligada explicación de uso, terminando con cara de escepticismo, la cual se ve transformada en cara de satisfacción tras la partida.
Jugar con unas bolas tratadas con una Pascal Box hace que pese a ser bolas ya trotadas, estas se mantengan en “perfecto estado de presión y juego”. Comprobado y recomprobado por un servidor. No así estéticamente, ya que partido a partido como es normal se van degradando visualmente.
Su uso sin duda es fácil y muy básico, si hay alguna duda se disipa enseguida tan solo con manipularlo una vez.
La válvula es como la de cualquier bicicleta y su uso similar. El mismo tapón por su parte mas estrecha sirve para presionar dentro de la válvula y que la cámara de las bolas pierda su presión, visible en todo momento en el manómetro, una vez disminuye a cero, se destapa a rosca y a jugar.
Tras el partido, o luego en la casa mas tranquilo (en mi caso), introducir las bolas y con la bomba suministrada por Pascal Box inyectar aire lo que hace aumentar la presión. Su parte mas cómoda es ver en el manómetro en el punto exacto de presión, quedando a gusto de cada jugador la dureza, es decir, la presión que deseamos para nuestras bolas, siendo su uso apto tanto para pádel, tenis y frontenis. Tu eliges.
Nosotros hemos jugado de forma continua con las mismas bolas durante 7 partidos aproximadamente, la verdad en algunos juegos de bolas se nos ha pasado el número de veces y el desechar las bolas ha sido por una cuestión puramente estética no por no poder jugar con ellas en buenas condiciones de presión. Yo, particularmente, tampoco me gusta aprovechar en exceso un juego de tres bolas, su pelo se degrada y me merece la pena un juego nuevo. En definitiva hemos sopesado sus aspectos mas negativos (por decirlo de alguna forma) que son:
- Aspecto visual de las bolas que partido a partido pierden su característico “pelo”.
- Perdida en tiempo en la manipulación, sumando la apertura de un Pascal Box y su posterior cerrado tras la partida, no llegando a más de 4 minutos, puesto que ya se convierte en algo mecánico y rápido.
Y por otro lado sus aspectos mas positivos:
- La inversión de una unidad Pascal Box es rápidamente recuperada al alargar la vida de tus bolas de pádel en una proporción que nos ha sorprendido mucho.
- Los cuatro minutos de manipulado no son nada ante el gasto de un bote de bolas nuevo.
- Un aspecto importantísimo es el valor ecológico que tiene un Pascal Box, por desgracia el reciclado de bolas de pádel es, salvo alguna excepción, inexistente y terminan en los vertederos con el resto de basura. El medio ambiente y tu bolsillo agradecerán que uses un Pascal Box.
Nada mas destacable, satisfechos con su uso y convencidos que en nuestro paletero no faltará uno.
Cómo funciona.
¿Donde comprar? Aquí puedes hacerte con un Pascal Box.
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