Con la perspectiva que nos proporciona el paso de los meses, y tras conocer en primera persona todos los pasos y etapas que se han dado para la celebración del Mundial, me lleva a la conclusión de que esto era “la historia de una muerte anunciada”.
Difícilmente se entendería en otros deportes que a un mes vista de un Mundial, organización, jugadores y federaciones, no tuvieran acordado hasta la última todo lo referente a la estructuración y configuración del mencionado evento. Honestamente me parece un grave error por parte de la organización, el no buscar la colaboración e involucración de los jugadores desde la fase inicial de la producción del Mundial, para después mostrarles ante la opinión pública como los responsables de la no celebración del Mundial de una forma injustificada y poco elegante, llegando incluso a poner en peligro la celebración del WPT en Andalucía en los años venideros.
Y como en muchas otras situaciones, aquí no existe un único damnificado. Jugadores, patrocinadores, aficionados, Federación Internacional e incluso WPT, salen en menor o mayor medida perjudicados. Aunque si tengo que señalar a uno en particular, diría que el PADEL es el que peor sale parado de toda esta situación, ya que nuevamente nuestro deporte se encuentra envuelto en una agria polémica, después de haber superado ya muchas en los últimos años.
Pero creo que lo realmente negativo es que seguimos perdiendo la oportunidad que nos brinda un Mundial para que marcas, medios de comunicación y deportistas, encuentren en su celebración un escaparate único y de repercusión exponencial. Dicha celebración dotaría a todos los stockholders de valores diferenciales a los que ya les proporciona el WPT. Si somos capaces de ampliar el producto (padel profesional) en cuanto a su oferta (WPT+Mundial), haremos de su variedad una oportunidad para seguir creciendo e incorporando a nuevos patrocinadores y partners que pueden encontrar en el padel su nicho en materia de sponsorización.
Mientras en el resto de deportes de calado internacional, el Mundial aparece en el calendario como una fecha ineludible y esperadísima por tratarse de un evento deportivo de gran calado global, en el pádel no hemos conseguido despertar ese sentimiento. Quizás sea por su configuración deportiva, en mi opinión demasiado similar a un torneo del WPT, o a su difícil ubicación en el calendario.
Lo único claro es que necesitamos de los mejores jugadores para que un Mundial tenga la relevancia que se merece, creando un producto que pueda atraer a nuevas marcas y medios de comunicación que encuentran en el término “Mundial”, un motivo polarizador que les acerque nuestro deporte, lo que evidentemente ayudará en el tan ansiado proceso de internacionalización.
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