Superado el ecuador de la temporada 2015, entiendo que es un buen momento para hacer balance de todo aquello destacable que ha acontecido hasta el momento en el World Padel Tour desde un punto de vista mercadotécnico.
Empecemos por la parte deportiva, es decir, el contenido de la marca WPT.
Es incuestionable que estamos ante el año más emocionante del padel profesional. El baile de parejas que se produjo la pasada temporada y en el primer tramo de ésta, nos ha dejado un panorama totalmente impredecible. Haciendo un símil con el fútbol, el problema no es que el Madrid o el Barça ganen de forma regular la Liga, sino que no existieran otros equipos que aportasen emoción al campeonato jugándoles de tu a tu y disputando partidos realmente atractivos como espectador.
En el caso del WPT existen muchas parejas capaces de hacernos disfrutar de enfrentamientos con las parejas top, y por qué no, de ganarlas. Este carácter impredecible en cuanto al resultado de los partidos, es una gran aportación al valor del contenido WPT. Los consumidores buscan experiencias nuevas que realmente “enganchen”, debido a que la exigencia es cada vez mayor por la gran cantidad de oferta existente en cuanto a ocio y deporte.
Es fundamental huir de aquello predecible y reiterativo para crear un buen impacto en el consumidor, y con ello estructurar un producto realmente atractivo que dé forma a la marca WPT, y así medios, espectadores y patrocinadores querrán establecer una relación continuada con el circuito. Por ello, no sólo debemos dejar en manos del carácter “natural” de la competición y sus cambios de pareja, sino que sería fundamental que el circuito a través de medidas correctoras pudieran ofrecer diferentes escenarios que nos condujeran a diversidad de resultados.
Un ejemplo podría ser la ATP y las diferentes superficies en las que juegan el circuito, o MotoGP con el formato de desarrollo de motores y compuestos de gomas (en el padel podrían ser distinto tipos de bolas) que tratan de igualar la competición y enriquecer el producto final para el consumidor.
También quería señalar la importancia de la entrada al circuito de grandes compañías como patrocinadores, lo que sin duda es el resultado de un gran trabajo del departamento comercial. Es una gran noticia ya que normalmente provoca un efecto llamada, imantando la entrada de otras compañías que se ven seducidas no solo por el producto a patrocinar, sino por el valor de los patrocinadores actuales.
Tan difícil es lograr patrocinadores como mantenerlos, y hay tres aspectos que me llaman verdaderamente la atención sobre este punto.
La poca activación de los patrocinadores, salvo casos puntuales, que se desarrollan durante los torneos, así como la duplicidad e incluso multiplicidad de marcas patrocinadoras del mismo sector (alarmante en el caso de las marcas técnicas) produciendo cierta difusión del mensaje global.
Y por último, especial mención a los incansables bloques publicitarios con los que nos bombardean incesantemente durante la emisión en streaming, y en cuya búsqueda de un mejor ROI a través del GRP, encuentran en la audiencia un rechazo al mensaje, y con ello a la marca y al producto.
Es muy importante conocer al consumidor, ya que alguien que está conectado un sábado a su pantalla de ordenador viendo un partido, prefiere ver imágenes repetidas de las mejores jugadas o escuchar las indicaciones de los entrenadores durante los cambios de lado de los jugadores, que incesantes anuncios de patrocinadores interrumpiendo incesantemente el contenido. Lo recomendable es generar contenido patrocinable (branded content), cuyo resultado será mucho más favorable para marcas y audiencia … pero bueno, esto nos da para otro artículo …
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