Actualizado: 04/05/2015
Tras el impacto inicial de la separación de la una de las más grandes parejas deportivas de la historia, se están produciendo innumerables muestras de cariño, admiración, agradecimiento (a las cuales me sumo desde mi modesta posición), análisis deportivos, y no menos cábalas sobre el devenir de ambos en la próxima temporada.
Nadie puede omitir que JUAN y BELA son una MARCA, conforman una identidad que trasciende más allá de los aspectos puramente deportivos, y cuyo legado marcará un antes y un después en nuestro deporte. En mi opinión, una misma moneda con cara y envés.
Desde el punto de vista del marketing y la comunicación, Bela ha desarrollado y estructurado una personal brand de forma casi académica. Con ello, no quiero minusvalorar todo el trabajo realizado por Juan, pero creo más destacable lo que ha construido su compañero.
Bela ha logrado aglutinar y gestionar con brillantez, todas las características que debe tener un deportista como MARCA. Es un buen producto integral, logrando éxitos deportivos y potencialidad de seguir consiguiéndolos. Trabajando una parte humana, social, íntegra, generando contenidos no solo deportivos, y como no, asociándose de forma estratégica con dos marcas técnicas multinacionales.
Siempre les digo a los jugadores con los que trabajo, que en las propuestas de patrocinio es evidente que la parte económica tiene mucho peso, pero que también debemos atender especialmente al aspecto de promoción y difusión de la marca del jugador que nos va a proporcionar el patrocinio. Bela consiguió asociarse con marcas y compañías internacionales, una acción de cobranding de “manual”, posicionándose al lado de dos “transatlánticos” que añadirían y revalorizarían su MARCA PERSONAL, tal y como ha sucedido.
En todas las acciones promocionales, merchandising en retail o packaging que acometen estas multinacionales, aparece la imagen de Bela o su nombre, ofreciéndoles un soporte impagable a sus sponsors, con un ROI (retorno de la inversión) inmejorable. Podemos imaginar la alegría que le supone a Land Rover estar presente en miles de botes de pelotas que se exponen en tiendas especializadas y grandes almacenes, y evidentemente que se consume como producto oficial del WPT, sin invertir más por ello. O el que aparezca con su equipación oficial en todos los actos promocionales y acciones publicitarias de Head y Asics, cuya asociación por cierto, le comporta tener una pala, unas zapatillas y una línea de textil con su nombre, añadiendo más valor a su marca.
A través de estas asociaciones, Bela ha obtenido una transferencia de valores de las marcas a su personal brand, aumentando su valor y proporcionando una consistencia más allá de su vida deportiva, ya que actualmente el consumidor de pádel asocia de forma directa a ambas marcas con su imagen.
Sin duda Bela ha hecho de su marca una empresa, y con estas asociaciones, ha estructurado soportes más apetecibles y rentables para los patrocinadores.
Otro aspecto reseñable es su línea de comunicación. Se trata del jugador con más seguidores en redes sociales, donde aúna mensajes deportivos de impecable contenido, con comunicados más sociales, teniendo una regularidad en los mismos y un tono muy afable, dando respuesta e interactuando con sus seguidores y con ello, aportando dinamismo al medio.
En definitiva, aquí he tratado de aportar de forma muy resumida algunos argumentos que hacen que la figura de Bela no solo se haya posicionado como número 1 en la pista, sino también, fuera de ella …
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