Actualizado: 24/09/2017
Ansiosos porque comience ya la temporada, nos encontramos tanto en la publicación del calendario del World Padel Tour como en la Feria Padel Pro Show con la repetición incesante de un concepto: la internacionalización del pádel.
Pues bien, mi pregunta es si debemos dejar al WPT la responsabilidad de liderar este proceso de exportar nuestro deporte y hacerlo llegar de forma masiva al consumidor, o debe ser la industria la que debe invertir en abrir fronteras para dar a conocer el pádel.
En primer lugar, creo que lo más razonable es estudiar el modo en cómo importamos el pádel desde Argentina, y cómo éste se instauró como el segundo deporte más practicado en un período muy corto, prácticamente en una década.
A día de hoy tenemos el curioso hecho que solamente un porcentaje pequeño de los practicantes de nuestro país consumen pádel profesional, por lo cual cuanto menos sería poco recomendable circunscribir un proceso de expansión a través de una modalidad profesional que no se ha consolidado ni en el país donde más se practica este deporte.
Debemos entender que el WPT es una entidad privada, con el objetivo de rentabilizar su inversión y tratar de asentarse como un objeto de consumo. Desde esta perspectiva teórica, un producto de consumo significa además, que es beneficioso económicamente, comercialmente atractivo y con capacidad para competir en mercados dinámicos. Y para alcanzar este nivel, deberán trabajar en producir un producto de alta calidad para la televisión y lograr posicionarlo regularmente en las parrillas de los canales generalistas.
Si ni en España somos capaces de consumir pádel profesional proporcionalmente en comparación a otros deportes/practicantes, entonces ¿por qué vamos a utilizarlo como principal eje de dicha expansión?.
Personalmente entiendo que la clave de este viaje debe girar sobre la industria. Debemos tener presente que el mayor activo se concentra mayoritariamente en nuestro país, y es ese valor bajo el paraguas de la MARCA ESPAÑA, junto a las marcas multinacionales, lo que deberían capitanear este proceso. Creo necesario involucrar a instituciones públicas como el ICEX en beneficio de un tejido industrial sin competencia, con un capital humano profesionalizado y tecnificado, desarrollando y exportando país, creando MARCA.
Estructurar iniciativas cofinanciadas por compañías privadas e instituciones públicas, cooperar con empresas de todos los sectores (fabricantes de palas, fabricantes de pistas, softwares de gestión, escuelas, WPT, etc.) e involucrar a las compañías multinacionales de un modo activo. Entender el cómo y el por qué ha tenido tanto éxito en nuestro país, nos hará diseñar una estrategia coherente en cada país.
En ocasiones me da la sensación que necesitamos crecer para seguir alimentando al “monstruo”, pero lo que quizás es más conveniente, es dinamizar un sector, adecuarlo a la realidad social y consolidarlo para poder exportarlo de forma controlada.
El proceso es necesario y posible, lo más importante es tener paciencia y aprovechar el potencial del que disponemos …
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