Hoy.es entrevista a Carolina Navarro “Lo difícil es mantenerse arriba”

Con 36 años, la malagueña está atravesando su mejor momento dentro de la pista. Hace dos semanas en Barcelona, junto a la argentina Cecilia Reiter, su actual pareja, ganó su tercer campeonato del mundo. Además, tiene otros tres títulos mundiales con España. El año pasado, ella y Cecilia terminaron en lo más alto del ránking, algo que Carolina ha conseguido en ocho ocasiones, cuatro de ellas consecutivas. Torneos, campeonatos de España… lo que se puede ganar en el mundo del pádel, Carolina lo ha ganado varias veces. Sólo la madrileña Iciar Montes, con la que formó pareja hace más de una década, puede presumir de una vitrina similar.

«No se gana un Mundial todos los días». Carolina no esconde su satisfacción por su último éxito, que ha archivado en su memoria con la misma intensidad que los anteriores. «Cada uno tiene algo especial y recuerdo los tres con el mismo cariño». Igual que tampoco sabe decir si prefiere ganarlo representando a España. «Son sensaciones diferentes». Lo que sí tiene clarísimo es que seguirá trabajando para seguir contemplando al resto de parejas desde lo más alto. «Cecilia y yo trataremos de estar todo el tiempo posible en el número 1, pero lo difícil es mantenerse arriba». Tienen un modelo a seguir. «Me conformo con ganar la mitad de lo que han ganado Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín».

En esta tercera temporada juntas, Carolina y Cecilia dicen seguir aprendiendo. «Siempre se puede mejorar». Pero se lo están poniendo muy difícil para ponerlo en práctica. La crisis y la incertidumbre sobre el futuro del PPT ha reducido el calendario femenino a su mínima expresión. «El año pasado tuvimos diez pruebas frente a las 22 que tuvieron los chicos. Pero es que este año es todavía peor, sólo tendremos cinco y el master final, seis».

El calendario de Carolina Navarro para esta temporada se reduce al pasado Mundial, el próximo Campeonato de España, que jugará junto a Alejandra Salazar, y seis torneos entre junio y diciembre. «Esto no es un circuito», resume Carolina. «Este año voy a participar en más eventos que en torneos».

El carácter reivindicativo de Carolina no es nuevo, desde la asociación de jugadoras profesionales lleva años alzando la voz. «No pedimos igualdad total, en el tenis han tardado 100 años en conseguirla, pero sí un mejor trato por parte de los organizadores. Dicen que el pádel femenino atrae menos público, pero es que si jugamos las semifinales los sábados de madrugada y la final el domingo a las diez de la mañana es muy difícil que la gente nos vea jugar. Dicen que hay pocas chicas profesionales, pero yo y Cecilia hemos ganado una tercera parte de lo que han ganado Fernando Poggi y Cristian Gutiérrez por ser campeones del mundo. Menos torneos, menos dinero… nos lo ponen muy difícil».

Carolina se lo toma con filosofía. «Este va a ser un año de transición. No está claro cuál va a ser el futuro del PPT y Estrella Damm está preparando un circuito al que ya se han apuntado la mayoría de profesionales y con un poco de suerte también saldrá un nuevo circuito para nosotras». Pero mientras llegan las novedades lo que queda es trabajar. «Aunque hay pocos torneos el tiempo que dedicamos a los entrenamientos es el mismo».

El tiempo libre, Carolina también se lo dedica al pádel. Por ejemplo, cada vez que viaja a Suecia, el país de su madre, aprovecha las vacaciones para promocionar su deporte. «Al principio no entendían nada, pero la última vez conseguimos que el pádel saliera en televisión y en la portada de varios periódicos. Ya hay un club con cinco pistas y alguna otra más particular». El tiempo libre y el laboral, todo es poco. Carolina, Cecilia y la pacense Vanessa Zamora son socias en Makin’ Events, una empresa que se dedica a la organización de eventos relacionados con el pádel. «De momento le dedicamos nuestro tiempo libre, pero con el tiempo…»

Carolina no piensa en la retirada, entre otras cosas porque está en su mejor momento, pero sobre todo porque en el pádel la experiencia es tan importante como el físico y ahora ella tiene las dos cosas. «Todavía me queda mucha guerra que dar». Carolina cambia de tercio rápidamente, pero como sabe que lo inevitable llegará, apunta una sustituta. «Marta Ortega, una madrileña de 16 años que si sigue jugando así puede ser la mejor. Ya le he dicho que no tenga mucha prisa, que me deje cuatro o cinco años más para seguir disfrutando». Por Carolina no quedará, tiene vocación de número 1.