Actualizado: 06/10/2015
Antonio se ha apuntado a un torneo de pádel en el club de cerca de casa. Acaba de trabajar a las ocho de la tarde y su primer partido de esta competición es a las 20:30. Su trabajo ha sido duro, aunque no físico, pero muy mental, por lo que llega al partido con “muchas cosas en la cabeza”, no estando mentalmente al 100% concentrado en el partido. Llega con apenas tiempo para “ponerse la ropa de pádel”. Se cambia rápido y se mete en pista cuando los otros tres jugadores ya están calentando. Después de cinco minutos, empieza el partido. Las primeras bolas “las falla de manera incomprensible”, según sus propias palabras. Estaba “empanao” según le dice a su compañero. Pierden los tres primeros juegos de manera rápida.
Juan entrena al menos dos horas al día porque “quiere tener un alto nivel de pádel”. Juega sobre todo torneos federados y se lo “toma muy en serio”. Cuando llega a cada partido, inicia su “calentamiento largo”, donde “toca todos los grupos musculares” y en el que su objetivo es “entrar a tope”, entrar mentalmente al 100%. En el último torneo, hizo lo de siempre: calentó bien sus grupos musculares, peloteó todos los golpes después de utilizar el tiempo necesario para “llegar bien al partido”. No obstante a eso, cuando empezó el choque, tenía unas sensaciones que no le gustaban: notaba un exceso de aceleración, como si quisiera hacer las cosas demasiado deprisa. Eso le hizo fallar golpes inusuales para él y empezar con desventaja en el marcador.
Los momentos previos a un partido influyen de manera decisiva en cómo se afronta ese partido. En cualquier tipo de competición o partido, si no se empieza con un estado de funcionamiento óptimo, tanto físio como mental, se “paga”. Normalmente, cuando se calienta para un partido de pádel, se tiene en cuenta aspectos físicos y quizás técnico-tácticos (sensaciones en los golpes, dirección, “probar la pista”…) pero ¿y los psicológicos o mentales? ¿Es posible “calentar” para empezar el partido en el nivel óptimo de funcionamiento mental?¿Es posible empezar un partido mentalmente al 100%?
Cada jugador o jugadora tiene un estado óptimo donde se siente realmente a gusto para competir. Es cuando tiene la sensación de que “simplemente” juega y da su máximo nivel. Un estado de excitación justo (ni demasiado “nervioso” ni tampoco excesivamente relajado), la sensación de que las cosas van a ir según lo previsto, focalizar en estímulos relevantes relacionados con el juego y saber que se está en el estado óptimo para competir. Es decir, al igual que se busca que los “músculos” estén adecuadamente preparados, también es conveniente que la “mente” esté también dispuesta para empezar ya al 100%.
¿Qué hacer para calentar bien aspectos psicológicos y entrar a la pista al 100%? Es cierto que cada persona es distinta, que cada uno tiene un estado óptimo de funcionamiento único, aunque también lo es que existen estrategias más o menos generales que, bien adaptadas a cada jugador/a en particular, nos ayudarán a estar al 100% en el partido. Algunas de ellas son:
- Mensajes adecuados: el tipo de mensajes que nos “mandamos” influyen en nuestro comportamiento deportivo. Tanto lo que nos decimos como el cómo lo hacemos marca nuestro estado tanto físico como mental para hacer frente a una situación concreta (también en el calentamiento).
- Objetivos planificados adecuadamente: el tipo de objetivos, que estén ajustados o no a la realidad, si le damos más importancia al resultado o a lo que podemos hacer para lograrlo…
- Encontrar el ritmo justo: la activación fisiológica influye en la activación mental y viceversa. Encontrar esa activación óptima y buscar estrategias para ello como moverse al ritmo adecuado, controlar un exceso de “pensamientos intrusivos”, respirar adecuadamente…
- Elegir los estímulos atencionales relevantes: existen elementos a los que es adecuado atender y otros a los que no. Hay estímulos atencionales que nos ayudan a funcionar mejor y otros peor.
- Estrategias de autoconocimiento y autorregulación: que tienen que ver con que el jugador o jugadora se conozca, qué elementos influyen en su funcionamiento, qué puede hacer para autorregularse y llegar a ese nivel óptimo en el momento de empezar el partido…
- Otras estrategias: adaptadas a cada jugador o jugadora para lograr eso: llegar al 100% a inicio del partido (recordemos: cada persona es única y precisa de estrategias adaptadas individualmente).
Seguramente y prácticamente cualquier estrategia más o menos general se puede utilizar para todos los jugadores, aunque cada persona, cada jugador o jugadora de pádel tiene su estado óptimo de funcionamiento y sus estrategias para alcanzarlo. Es adecuado que cada cuál conozca, en primer lugar cuál ese estado y qué estrategias puede realizar para lograr “estar en él” el mayor tiempo posible ya desde el primer segundo del partido. De hecho, y hablando con distintos jugadores y jugadoras profesionales de pádel, muchos de ellos, para entrar al 100% al partido, cada uno tiene su estrategia, donde se combinan aspectos físicos, técnico-tácticos y también psicológicos o mentales.
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De esta forma, Antonio y Juan encontraron su manera de “entrar al partido mentalmente al 100%”:
Antonio, al fin, encontró su manera de “entrar mentalmente al 100%” al partido. Ahora, antes de comenzar el encuentro, busca la manera de “ir a un ritmo adecuado” desde el momento en que entra al vestuario para cambiarse. Sus movimientos ya no son tan acelerados e incluso tiene preparadas dos estrategias sencillas de autorregulación fisiológica y de control de pensamientos. Además, se plantea objetivos adecuados a cada partido que le ayudan a encontrar ese estado óptimo al inicio del partido.
También Juan se dio cuenta de que entraba en muchos partidos excesivamente acelerado. Confundió el “entrar al 100%” con un exceso de activación. Aprendió cuál es su estado óptimo y ahora, en los calentamientos, también utiliza estrategias “mentales”. Se concentra en estímulos relevantes del calentamiento y sensaciones adecuadas de su cuerpo. También utiliza una técnica de respiración que le ayuda mucho a “bajar la activación escesiva” y, a través de objetivos adecuados a cada partido mantiene su “mente siempre en aquello que realmente le ayuda a funcionar bien en ese partido”. Ahora, cuando acaba el calentamiento, es capaz de saber si ha “calentado bien mentalmente” o no, y si no es así, sabe además cómo autorregularse en el último momento para buscar ese estado óptimo al inicio del partido.
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