Actualizado: 08/06/2017
Reprodumimos la entrevista que Javi Muro (spoonful.es) le hace a Elisabet Amatriain, subcampeona del Mundo de Pádel. Ha mamado -como ella misma dice- el deporte desde pequela y ahora no puede entender un día de su vida sin practicarlo. Empezó con la raqueta grande, la de tenis, desde los ocho hasta los diecisiete años. Ahora, ya con la pala de pádel se ha convertido en una de las principales jugadoras del circuito.
Hablando del subcamponato del mundo, suena a qué no puede ser fácil…
La verdad es que no es fácil para ningún deportista el llegar a la cima de un deporte; imagino que muchos luchamos por llegar ahí y es algo por lo que me siento muy afortunada por haber tenido la capacidad de estar trabajando cada día y que esté dando sus frutos. Fácil desde luego no es, requiere trabajo, disciplina, el querer de verdad, el querer levantarse todas las mañanas y entrenar todos los días, pero la recompensa es muy grande. También hay que decir que el pádel es un deporte que a nivel mundial no está muy extendido y eso tiene también su matiz. Las mayores potencias son España, Argentina y Brasil y ahora se está extendiendo mucho por Europa y otros países de América latina y Centroamérica, pero todavía es un deporte que está naciendo.
¿Siempre te ha gustado el deporte? Si no me equivoco, empezaste con el tenis muy pronto, ¿no?
Si (se ríe). Empecé con el tenis por culpa de mi hermano; fue él quien me animó a apuntarme a clases. Si es cierto que a partir de ahí me considero una persona cuya filosofía de vida está muy vinculada al deporte. Al tenis jugué desde los ocho hasta los diecisiete años; desde los catorce estuve en Barcelona en una escuela de alto rendimiento y a pesar de haber decidido dejar el tenis a nivel competición, siempre he seguido vinculada al deporte ya que estudié Magisterio de Educación Física. Yo creo que los deportistas, la gente que le gusta practicarlo, lo vemos así, como una filosofía de vida. A mi me cuesta entender mi vida sin levantarme por las mañanas y hacer deporte.
¿Encuentras mucha diferencia entre lo que era jugar al tenis y ahora con el pádel? ¿Te ha servido haber jugado al tenis? ¿Son deportes similares?
Son deportes bastante similares, lo que pasa es que uno tiene que cambiar un poco el concepto del juego. Partimos con la ventaja de que muchos de los golpes que utilizamos en el tenis los podemos incorporar al pádel y eso es una gran ayuda, pero a la vez también tenemos la desventaja de tener que incorporar golpes nuevos, tenemos que aprender la táctica de un deporte completamente diferente, y que aunque a nivel mental podemos llevar la ventaja del haber competido solos en una disciplina como es el tenis, sin embargo en el pádel hay que entender que es un deporte de equipo, con lo cual tienes muchas cosas que te puede aportar el tenis y otras que tienes que cambiar.
Volviendo al Campeonato del Mundo, ¿Cómo fue la experiencia? ¿El hecho de ir pasando rondas? El objetivo era ganar experiencia, ¿no?
Claro. Paty y yo empezamos a jugar juntas este año y este fue nuestro primer torneo, debutamos con el Mundial. Es algo extraño, ya que el Mundial se suele realizar como el último torneo de la temporada, pero en el 2011 no contamos con el apoyo de patrocinadores y no se pudo celebrar el torneo y lo trasladaron a marzo de 2012. Así que la situación era muy novedosa para todas las jugadoras que debutábamos en la temporada con un Mundial. La verdad es que el objetivo para nosotras en ningún momento estaba plantarnos en la final, ya que teníamos muy claro que queríamos acoplarnos como pareja, algo que ya sabíamos que nos iba a costar un tiempo y de hecho nos fue sorprendiendo a nosotras mismas que íbamos ganando, íbamos ganando, y de repente ¡Ui! pues que estamos en la final. Pero ahora seguimos, a pesar de haber quedado subcampeonas del Mundo, manteniendo la misma filosofía. La gente nos pregunta ¿A qué aspiráis ahora? Seguimos manteniendo la misma filosofía. Queremos que nuestros objetivos estén a nuestro alcance. No pensar en qué ronda voy a jugar porque depende también de las otras jugadoras, del sorteo, depende de muchos factores. Lo que está a nuestro alcance es levantarnos cada mañana, entrenar con todas las ganas que podamos y saber que el trabajo diario está bien hecho y a partir de ahí pues los resultado creemos que irán llegando cuando estemos preparadas. Es verdad que el objetivo no era quedar subcampeonas, el objetivo era ir formándonos como pareja.
Aun así… Jugar una final tiene que ser una sensación increíble, ¿no?
(Suspira antes de responder) Si, para mí era novedoso. Yo no había jugado nunca una final y mucho menos una final de Campeonato del Mundo. La noche anterior no pudimos dormir nada porque estábamos bastante nerviosas; creo que les pasó también a nuestras rivales. Cuando entramos en competición el cuerpo se mantiene más alerta. Es difícil hasta que llegas a la pista, una vez dentro empiezas a pelotear, comienza el partido te concentras y te haces tu propia burbuja. Yo intento no mirar más allá de lo que hay en la pista porque no creo que sea bueno estar pendiente de otras cosas. La sensación es de mucho nerviosismo y una vez que comienza el partido hay que concentrarse, mantener el objetivo en la pista.
¿Se puede vivir del pádel?
Nosotras a día de hoy no. Hay alguna pareja, la número uno del circuito de chicas que si que viven del pádel a través de los sponsors. Este año tenemos un circuito con sólo cinco torneos. Normalmente consta de diez pruebas, pero con la crisis han terminado recordando y especialmente del pádel femenino, también del masculino, pero mucho más del femenino. ¿Cómo tiramos hacia delante? Pues con ayuda de los sponsors que quieran apostar porque lleves la publicidad en la camiseta y en mi caso y en el de mi compañera dando clases, aunque tampoco podemos dar muchas porque tenemos que cuidar el cuerpo y no podemos estar muchas horas en pista.
Hablas mucho de tu compañera, ¿Cómo se elige compañera en el pádel?
Bueno es mucho más sencillo y más complicado de lo que parece. Las parejas se forman por temporada, salvo que las cosas vayan catastróficamente mal o haya problemas serios de comunicación, las parejas duran toda la temporada. Si ambas están contentas y quieren seguir adelanta pues continúan. En el fondo es muy sencillo… una llega a la otra… Yo a veces me río porque es cómo un matrimonio “¿Te apetece jugar conmigo este año?” “Si, no”. Y a partir de ahí, yo tengo claro que si que es muy importante que haya una buena comunicación con mi pareja, porque soy consciente de que es un deporte de dos y cuando las cosas se complican los partidos se acaban sacando adelante por la actitud y el trabajo conjunto. Para mi es importante tener al lado una persona que me apoye en todo momento con la que pueda hablar en cualquier momento del partido y tener mucha sinceridad, es muy importante.
¿Cómo es un día de entrenamiento de una jugadora de vuestro nivel?
Nosotras nos levantamos, desayunamos y a las diez estamos entrenando. Hacemos alrededor de una hora y cuarto, hora y media, de preparación física y después de once y media a una media estamos en la pista, trabajando aspectos más técnicos y tácticos. De una media a dos menos cuartos estiramos. Más o menos un día de entrenamiento está en torno a las tres horas y media una cosa así. Contamos con una preparadora física, Lucía Jiménez, que es la que nos lleva la parte física. Y la entrenadora de los aspectos técnicos es Neki Berwig, que fue también jugadora y lo dejó hace unos años. Es también la que se ocupa de la parte mental. Siempre nos preguntan si trabajamos con algún psicólogo y Neki cubre muchas de nuestras necesidades porque también ha trabajado con el tema del coaching deportivo y lo aplica en los entrenamientos. Así en los entrenamientos trabajamos la parte técnica y táctica, pero también trabajamos mucho la parte emocional, ya que muchas veces marca los partidos el hecho de cómo uno gestiona las emociones en esos momentos importantes.
¿Quizá en la influencia de los aspectos psicológicos y del control de las emociones es en lo que más se parece al tenis?
Si. Hay deportes en los que, por ejemplo un partido de fútbol o de baloncesto, el que más goles mete o más tantos anota es el que gana, pero en un partido de tenis o de pádel puede que el que más tantos hace no sea el que gane el partido al final, ya que lo que cuenta son los puntos importantes. Puedo ganar 7-6, perder 0-6 y volver a ganar 7-6, el otro ha ganado más puntos que yo, pero yo he sabido ganar los que realmente son importantes. Hay entra el factor de cómo se gestionan esas emociones en esos puntos, de ser consciente en qué momento hay que estar muy concentrado y muy metido en el partido.
¿Te consideras una jugadora de ataque o de defensa?
La verdad es que en el pádel el objetivo es siempre conseguir la red y estar en una posición de ataque porque es donde más puntos se suele ganar. También es verdad que hay jugadoras que se sienten muy a gusto defendiendo, pero en mi caso, quizá al venir del tenis, si que incorporé el tema de las voleas, los remates. Yo me siento mucho más a gusto cuando ataco. Siento que estoy imponiendo mi energía en la pista, cuando defiendo me siento más incómoda porque al venir del tenis no controlaba mucho las paredes, entonces me siento más a gusto en la zona de ataque.
¿Te gustaría que en un futuro tu vida siguiera ligada al pádel, al deporte?
He mamado el deporte desde tan pequeñita, que ahora me cuesta entender el día a día sin el deporte. Entonces sí que tengo muy claro que me gustaría seguir dedicándome al deporte, si es por la rama del pádel para mí sería estupendo porque es lo que estoy viviendo. El tenis quizá lo viví siendo demasiado joven, sin tener las cosas demasiado claras. Ahora, con la madurez que puedo tener a mis 28 años, estoy viviendo el pádel desde otro lugar y me gustaría en un futuro, cuando ya el pádel profesional se termine como etapa en mi vida, poder transmitir a otras personas lo que he aprendido.
¿Objetivos?
El objetivo es entrenar y mejorar cada día. ¿Resultados? Si mantenemos el objetivo de entrenar y mejorar los resultados van a llegar, pero no nos gusta poner cifras ni establecer tiempos. Esa es la filosofía.
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