Actualizado: 17/05/2018
Como siempre partiendo desde la posición inicial, que es igual para todos los golpes y con una empuñadura de martillo, algo girada hacia la izquierda. Lo importante es un giro de hombros rápido hacia el costado, para tener así una rápida preparación. El impacto con la cara de la pala perpendicular al suelo a la altura de la cadera y una buena terminación con los brazos abiertos, equilibrando el peso del cuerpo, será la clave del éxito de este golpe.
Preparación.
Desde una posición inicial, similar a la de todos los golpes, y con la pala cogida con las dos manos, es decir, la mano hábil cogiendo la pala con una empuñadura de martillo algo girada hacia la izquierda (para una mejor posición de la misma), y la otra mano en el corazón de la pala, giramos rápidamente los hombros llevando la pala atrás, a la altura de la cintura, y como referencia la tapita de la pala señala hacia la red, mirando la bola casi de lado por el costado del ojo.
Impacto.
Aquí es importante que a medida que vayamos en busca del impacto, la pala avanza mientras que el brazo no hábil, va hacia atrás simultáneamente, así se equilibra el peso distribuido atrás y adelante, impactando a la altura de la cadera según la dirección de la bola.
Terminación.
Una vez impactado, seguimos avanzando hacia delante todo lo que podamos y tras soltar la bola, levantamos delante la punta de la pala que termina apuntando hacia arriba, mientras que el otro brazo está bien abierto. Recordad que una buena terminación amplia es el seguro para que el golpe sea preciso, en dirección y profundidad.