Actualizado: 21/08/2023
El pádel es la disciplina deportiva con mayor crecimiento en los últimos tiempos. Cada vez más personas lo practican porque ayuda a tonificar diferentes músculos, como las piernas y glúteos, brazos, cintura y espalda. Esto es gracias a los múltiples movimientos que realizamos durante las jugadas.
¿Qué músculos fortalecemos cuando jugamos al pádel?
Miembros superiores.
Los tiros más utilizados por los principiantes y jugadores en general son el golpeo plano y el golpe liftado. En estas técnicas involucramos los grupos musculares de los brazos y los hombros que permiten la movilidad de rotación y elevación. Por lo tanto, estos recursos favorecen la tonificación de los músculos del manguito rotador y los músculos trapezoidales, deltoides, dentados grandes y angulares.
Los bíceps que unen mecánicamente el brazo con el antebrazo también se ven fortalecidos. De igual manera, el músculo tríceps que ocupa el compartimiento posterior del brazo.
Tronco y pelvis.
En el pádel podemos quemar suficiente grasa y calorías para mantenernos en forma. En una sesión de una hora y media, se pueden quemar entre 700 y 900 calorías. La espalda y los músculos abdominales que cumplen la función de flexionar y rotar el tronco también se verán notablemente fortalecidos por los movimientos giratorios.
Pero, debido a que se trata de un deporte de alta intensidad física, hay un buen número de jugadores que experimentan dolores de espalda tras las partidas. Para evitarlo, es imprescindible realizar ejercicios de estiramientos antes de jugar, flexionar bien las piernas y evitar los remates liftados que requieren arquear mucho la espalda.
Si tienes una lesión lumbar, Cassandra Quiroz de SUPERGUAPAS, recomienda relajar los músculos de la espalda mediante sesiones de masajes y buen reposo. El uso de fajas lumbares también sirven como medio auxiliar de ejercicio porque alivian la tensión muscular que produce dolor. Además, proporciona buena sujeción para corregir la postura y rehabilitar la zona afectada.
Miembros inferiores.
Si quieres tener glúteos, muslos y pantorrillas de infarto entonces debes practicar pádel regularmente. Las aceleraciones y los numerosos movimientos corporales hacen que el cuadríceps, los músculos isquiotibiales y los músculos de la pierna trabajen con gran intensidad.
Para evitar lesiones futuras, se recomienda evitar cruzar las piernas cuando te desplazas lateralmente. Los saltos y desplazamientos siempre deben realizarse al ras del suelo. Prepara el golpeo con tiempos antes de desplazarte hacia la bola.
Otros beneficios de practicar pádel.
Además de la tonificación de músculos, este deporte también mejora nuestra coordinación y reflejos. Y es que el movimiento rápido de la pelota requiere completa atención y concentración. Los jugadores aprenderán a coordinar las piernas, los brazos y la cabeza.
Como en cualquier práctica deportiva, el pádel nos ayuda a incrementar la producción de endorfinas, neurotransmisores del cerebro donde se generan las emociones placenteras. Por tanto, es un excelente antídoto contra el cansancio mental, la ansiedad y el estrés. Mejora tu memoria, creatividad y bienestar en general.
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