Actualizado: 21/09/2017
Aday Santana da por hecho que subir en el ranking de la actual temporada «es algo bueno», pero advierte que su aspiración más destacada, «aunque suene a tópico», señala, «es siempre conseguir la diversión en mi profesión y mantener la pasión que ha hecho que me vuelque en este deporte. Para mí los buenos resultados llegan como efecto de la causa anterior».
Se ríe cuando se le comenta que su pase al pádel fue porque ya no mejoraba en el tenis. «En el año 2001 me metí en una pista de pádel en el club donde ejercía de monitor de tenis», recuerda, «me metí y no salí más. El tenis ya lo había dejado hacía varios años y seguía en contacto solo por las clases que daba a los chavales».
Aday comenta que la elección de un deporte u otro, «es cuestión del momento de la vida en el que aparece cada deporte. El tenis, a diferencia del pádel, me pilló en la infancia y adolescencia, y aunque logré buenos resultados en categorías inferiores, el tenis no llegó a entusiasmarme de la manera que luego hiciera el pádel».
Ahora, en la segunda ocasión en que decide irse a Madrid para dedicarse por entero al pádel, entiende que ha acertado de pleno. «Mi sitio estaba en Madrid si realmente quería ser profesional de este deporte y poder aspirar a cotas más altas», explica, «y en esta nueva etapa llevo año y medio y me dedico exclusivamente a mis entrenos y doy muy pocas clases, las justas para poder mantener un nivel económico que me permita vivir y cubrir mis gastos; eso sí cuento con una gran empresa como Kaitt que ha hecho una apuesta por mí y a la que estoy muy agradecido ya que en la actualidad encontrar apoyos en patrocinios está bastante complicado». Aquí aprovecha para agradecer el trabajo «codo con codo» que realizan con él Máximo Castellote, técnico, y el físico Jordi Riba, «gracias a ellos puedo decir, sin duda, que he logrado subir mi nivel competitivo desde que llegué de la isla».
«Ahora estoy con Kaitt», explica, «y el modelo que uso es la Mithe, una pala que me han hecho a mi medida y he colaborado en su evolución; es una maravilla trabajar con una empresa de palas tan competente como Kaitt, además del trato y mimo con el que me cuidan. Sé que sería absurdo decir lo contrario pero por experiencia le digo que en el mundo de este deporte no siempre encuentras la seriedad y profesionalidad que te gustaría. En este sentido puedo sentirme agradecido por mi situación actual».
Quiere mostrar además el agradecimiento a su familia, «un apoyo incondicional, a mi novia, mi apoyo sentimental, y personas como Amit Daswani, Lys García, Eduardo Franco, Jordi Riba y Pitu Losada, compañeros de viaje y apoyo mental, y empresas como Freiremar con Juan Freire, gran persona, Stockautos, Calador y Kaitt, mis apoyos económicos; gracias a todos por su granito de arena en mi evolución personal y deportiva».
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